jueves, 5 de septiembre de 2013

El Olimpo y la Grecia continental

Estimados lectores:

Nos quedamos en Atenas, pero mi viaje tenía un objetivo claro, la subida al monte Olimpo. Antes de subir, pasamos por Delfos y el pueblo de costa Itea. Delfos se encuentra a los pies del monte Parnaso. Montaña que también coronamos el grupo expedicionario dirigido por Pérez de Tudela y dos guías griegos.

Delfos es el santuario más antiguo de Grecia. Cuenta la leyenda que Zeus, fundó el santuario en el lugar donde cayeron dos águilas que Zeus lanzó en pos de sí de los dos confines del mundo y que chocaron entre sí; Zeus consideró que donde cayeron las águilas era el centro del mundo, y allí fundó el santuario. Otra leyenda considera que Zeus lanzó una piedra desde el cielo para saber donde se hallaba el centro del mundo y allí donde cayó la piedra fundó el santuario.

En España, tenemos otra leyenda que dice que cuando se tira un tonto desde el cielo cae o en la Moncloa, o en el Congreso o en algún ministerio.

El templo de Delfos estaba dedicado a Apolo. La Pitia o sacerdotisa, bebía el agua de la fuente Castalia y tras aspirar un preparado formado por hojas de laurel emitía el oráculo sentada en un trípode, que comunicaba a los sacerdotes e interpretaban los augures. La Pitia se sentaba junto al Ónfalo o piedra sagrada. Antes de estar dedicado a Apolo,el templo estaba dedicado a la Diosa Gea (diosa de la tierra), cuyo culto fue sustituido por Apolo. La sacerdotisa emitía el oráculo cuando entraba en trance.

En España nuestros diputados y ministros siempre están en trance. El motivo se cree que procede de los Gin Tonics del Bar del Congreso.

Como siempre, siguiendo mi tesis, que considera que todo mito encierra una verdad. Creo, que el Ónfalo, que se encuentra y se puede ver actualmente en el templo de Delfos, no es más que un meteorito que cayó en la montaña y los griegos primitivos le atribuyeron un carácter sagrado. El culto primigenio se dedicó a Gea. En la Teogonía de Hesíodo se cuenta la "titanomaquia", la lucha de los dioses entre sí. Gea y Urano (el cielo y la Tierra), tuvieron un hijo: el dios del tiempo Cronos. Este se casó con Rea una Titán, y tuvieron varios hijos: Zeus, Hades, Neptuno, Hera y Deméter. Como Gea dijo a Cronos que un hijo suyo lo destronaría, éste devoró a sus hijos, salvo a Zeus, a quien Rea lo cambió por una piedra. Rea lo dejó en Creta donde lo cuidó la cabra Amaltea. Zeus, una vez llegó a la mayor edad, hizo que Cronos vomitara a sus hijos y éstos junto con Zeus se refugiaron en el Monte Olimpo, mientras que los dioses primigenios Cronos, Urano y Gea en el monte Oltras. Vencieron los dioses olímpicos. Este mito nos cuenta las luchas religiosas que hubo entre los diferentes pueblos griegos en defensa de sus dioses. Finalmente, el culto a los nuevos dioses antropomorfos, los dioses olímpicos sustituyó a los primigenios. De ahí que el culto primitivo sobre el meteorito en Delfos se dirigiera a la diosa Gea, cuyo culto fue sustituido por el de Apolo en tiempo más reciente.

En España tenemos la leyenda de que Fraga le dijo a Aznar que uno de sus delfines lo traicionaría; sería el que tuviera forma de "mariposón". Pensó Aznar que era Aguirre por sus faldas en forma de mariposa y la desterró a Peñalara y nombró a Mariano. Este fue el que, finalmente le traicionó, viviendo con sus ministros en el Monte Olimpo donde bebe néctar y come ambrosía y no se entera de nada; mientras... Aznar se refugió en el club siglo XXI, donde liberó a los titanes: Pedro Jota y Aguirre y pugna por volver.

Delfos se asienta sobre un lateral de la montaña del Parnaso. En Delfos, siguiendo la vía sacra, se puede ver la ruina del ágora y de los diferentes templos que pueblos diversos, como los argivos y feacios erigieron para guardar los tesoros y ofrendas que se hacían a Apolo. El templo que mejor se conserva es el de los atenienses. Pasado el templo principal dedicado a Apolo, se encuentra el teatro y el estadio en la parte más alta. Todavía subsisten las casillas de salida.

En el museo de Delfos, se halla el impresionante Auriga de Delfos, que merece una visita. Con carácter gratuito se puede ver la fuente Castalia y el tholos, fuera del recinto. Mi consejo es comer en Arahova, un pueblo de montaña muy bonito. La visita a Delfos te puede llevar toda la mañana, pero es muy recomendable. Desde el pueblo de Delfos, se puede ver un impresionante bosque de olivos que llega hasta Itea.

Itea es un pueblo de playa con agradables restaurantes y bares junto a la playa. Desde el pueblo se ve el Peloponeso. Detrás del pueblo se extiende un impresionante bosque de olivos, que va ascendiendo hasta la montaña.

Como dije, subimos a la cima del Monte Parnaso. Durmimos en un refugio a unos 1.400 metros de altura. En el refugio, sólo estábamos nosotros y un pastor, éste nos invitó a Raki (un licor cretense) y a un queso y unos panes que el mismo cocía al horno. El pastor no hacía más que repetir Merkel caput, exó, exó (fuera, fuera), nos reímos bastante con él.

La ascensión fue dura, en una cornisa, había una preciosa iglesia dedicada a Ezequiel. El paisaje era parecido al de las Dolomitas, si bien la vegetación era de tipo mediterráneo, muchas coníferas y enebros. Demasiado seco. El paisaje no tendría nada que ver con el que veríamos en el Monte Olimpo,  que sería una preciosa y difícil ascensión en su parte final.

El monte Olimpo se encuentra en Tesalia. Lo bueno de circular por Grecia es que todo pueblo, monte o río tiene connotaciones míticas o históricas. Así pasamos por Lamia (nombre que remite al ser mitológico que con forma de mujer chupaba la sangre a los hombres, vamos... ...una mezcla de Botella y Montoro), a los pies del Monte Oltras (donde habitaban los dioses primigenios) y frente al monte Eta, donde incineraron a Hércules. Pasamos por las Termópilas (la batalla de los 300 espartanos), y por Farsalia.

Hasta llegar al Monte Olimpo se atraviesan unas zonas de costa escasamente pobladas . La costa, apenas está construida, por lo que habrá que tener cuidado de que no parezca por allí, "el pocero" con una motosierra.

La entrada al Monte Olimpo, se hace por carretera desde el pueblo de Litochoros, por donde pasa el río Enipea que nace en las cumbres del Olimpo. Enipea fue otro de los dioses primigenios. En los inicios del parque se encuentra el Monasterio de San Dionisio.

La zona natural del parque Olimpo, no tiene nada que ver con el resto de Grecia que visitamos, un espectacular hayedo cubre las faldas del parque. Parece que se va caminando por el Señorío de Bértiz o por cualquier otro paisaje norteño. El inicio de la ruta transcurre por un hayedo hasta la llegada a un primer refugio donde pasamos la noche.

Desde este refugio sito a unos 1.400 metros de altura, se tiene una vista espectacular, se ve a los pies, el mar y el Monte Athos. Una de las mejores vistas de las que he disfrutado en un refugio de montaña.
A la mañana siguiente, subimos hasta el refugio Giorgos Apostolidis, para comer allí y por la tarde ascender al Mytikas (el pico más alto de Grecia), junto al trono de Zeus. ambos picos tienen una zona calcárea en la base donde se puede observar claramente el rostro de Zeus.

Tras un almuerzo y para la parte final de la subida, el guía nos obligó a llevar casco, ya que decía que el último tramo era peligroso.
Yo observaba a la gente del refugio cómo nos miraba y, pensé que estábamos haciendo el ridículo con el casco puesto Yo me escondía detrás de alguno de mis compañeros para que no me vieran.(pensé que parecíamos a los americanos en USA, que para cruzar un charco te exigen un chaleco salvavidas y un seguro). Además, había visto las fotos del refugio, y en las fotos se veía como curas ortodoxos con su sotana, zapatos negros y largas barbas habían subido a la cima.

Nada más lejos de la verdad. los 150 metros finales son tramos en los que hay que trepar, donde caen piedras y se ven imágenes de cruces de la gente que ha fallecido allí, Un mal paso puede ocasionar con suerte un descalabro y con mala suerte....algo peor. Es preferible hacerlo sin mochila, y con el cortavientos puesto o atado, sin dejar nada que sobresalga.

Al final coronamos con esfuerzo. El excelente tiempo nos compensó con un gran vista de toda la costa. La bajada es igual de peligrosa. Al llegar al refugio besé el suelo como Juan Pablo II. Dormimos por la noche en el refugio Apostolidis, para bajar al día siguiente. Por la noche estaba el cielo estrellado y se veían surgir las estrellas de la cumbre del Olimpo; con dicha imagen, uno entiende, que los griegos hicieran del Olimpo la morada de los dioses.

Bajamos por la mañana por otra vertiente y, vimos la cumbre con niebla. Pensé en la suerte que tuvimos de que la cumbre estuviera despejada el día que subimos. También pensé en los curas de las fotos, pensé que habían subido en helicóptero y les habían hecho unas fotos en la cima (como hacía Pujol).

Bajamos siguiendo el curso del río Enipeas. Ya en la carretera fuimos por carretera a Kastrakis en Meteora, para ver los monasterios construídos sobre las rocas. Dormimos allí. Al día siguiente, hicimos unas ruta entre los monasterios hasta kalambaka. Desde los miradores, se podía observar la hermosa vista de los monasterios suspendidos sobre las rocas. la visita de cualquiera de ellos, merece la pena por sus frescos e iconostasios.

Después de aquélla visita, fuimos hacia Atenas, donde yo me quedé para ir al puerto de El Pireo y tomar un barco para hacer un crucero y ver algunas islas griegas para hacerme una mejor idea del país. Pero... ...eso se queda para el último capítulo.

FDO: EXCMO. SR, MARQUES DE CORDOBA