Embajador en el infierno

Estimados lectores:

He terminado de leer la novela de Torcuato Luca de Tena "Embajador en el infierno". Cuenta la verdadera historia del Capitán Palacios en los campos de concentración rusos. El capitán Palacios fue un capitán de divisionarios, que fue a Rusia como voluntario de la División Azul. Fue hecho prisionero en el frente Ruso y pasó en los campos de prisioneros desde el año 1943 que fue preso hasta el año 1954 que regresó a España en el barco Semíramis. Franco le concedió la laureada por su comportamiento heroico del que fueron testigos oficiales y soldados de todas las nacionalidades y españoles de uno y otro bando.

En la novela se relata como el gobierno staliniano ruso mataba literalmente a los prisoneros de hambre. Los trasladaban en vagones durante tres días de un campo a otro sin darles de comer y beber. Todo ello porque Rusia no tenía dinero, ni alimentos para mantener a los presos, así que... ,,,no los fusilaban, pero a la llegada de un tren, sobrevivían 10 de 100 y así iban quedándose sin presos.

El capitán Palacios fue encerrado varias veces en la celda de castigo por negarse a trabajar en los campos de prisioneros, ya que la Convención de Ginebra prohibía trabajar a los oficiales. El decía que si te doblegas una vez ante el carcelero, ya ha triunfado sobre tí, pero que si no te doblegas, al final, le vences. Con sus huelgas de hambre y estancias en las celdas de castigo consiguió que los oficiales no trabajaran. Estuvo presente en varios motines, simplemente, por conseguir unos mínimos derechos justos para los presos, como recibir la correspondencia de sus familiares. La ropa y alimentos que enviaba la España de Franco no llegaba a los prisioneros, quedaba en manos de los gerifaltes rusos.

Fue condenado dos veces a 25 años de cárcel en dos procesos kafkianos por agitación política. Unos procesos, sin las mínimas garantías jurídicas (parecía el Juzgado de lo Penal 34), simplemente, porque no abjuraba de sus ideas y quería un trato humano para los prisioneros. Era un héroe para todos los soldados y oficiales españoles, incluso para los presos no divisionarios. Algunos presos como los aviadores españoles republicanos que fueron a Rusia durante la guerra civil y dieron clases de aviación a los rusos; finalizada la guerra no les dejaron regresar y los metieron en la cárcel por agitadores. Otros fueron los marinos mercantes, que atracaron durante la guerra civil en Odessa para llevar mercancías, los rusos se quedaron con uno de los barcos y detuvieron a los marinos. Todos ellos de ideología republicana y que fueron también apresados. Regresarían en el Semíramis y, abjurando de sus ideas a causa de la injusticia sufrida.

En fin, una novela que deberían leer algunos para que vieran como era "el paraíso soviético", la suma de arbitrariedades, terror y sin razón que se vivía en la rusia estalinista. Lo que veía el Capitán Palacios era una Rusia donde los rusos también pasaban hambre.

A la muerte de Stalin, un cambio en el partido comunista, permitió a los divisionarios volver: es el final de la novela. Como dice Torcuato Luca de Tena, la novela es plasmación del sumario que hizo el gobierno español con las declaraciones de Palacios, por eso preside el estilo periodístico sobre el poético.

Sería una estupenda película, pero nunca se llevará a cabo porque... ...nuestro público no soportaría que los alemanes nazis, los italianos fascistas, los españoles falangistas, holandeses y belgas que lucharon con los alemanes fueran los buenos.... ...a los borregos se les indigestaríann las hierbas rumiadas.

En definitiva, una estupenda novela que recomiendo leer y que se lee de un tirón. Quizá si la hubiera leído Picasso hubiera quemado el Guernica (y hubiéramos salido ganado todos).

Ojalá tuviéramos los abogados como decano al Capitán Palacios.

FDO: EXCMO. SR. MARQUES DE CORDOBA