lunes, 22 de octubre de 2012

La revolución del 34

Estimados lectores:

El viernes estuve comiendo con unos amigos (mejor, camaradas) en la Gran Peña. Allí dimos cuenta de un extraordinario hojaldre de setas, una papada ibérica y un inmejorable postre, todo ello regado con un "Marqués de Legarda". Hemos decidido, reunirnos de vez en cuando y después de comer, celebrar una tertulia con el objeto de debatir sobre un punto de la historia (aunque no creo que entre nosotros haya muchas disensiones). El tema a tratar era la revolución de Asturias de 1934. Si bien, alguno saltó del barco el día decidido, quizá pensando que en vez de hablar de la revolución de Asturias del 34, al no especificar fecha, pensaba que íbamos a hablar de la revolución que ha formado en Asturias Cascos contra la lleva-maletas del PP. En fin, tomaremos nota. Como se hizo antaño, habrá que distinguir entre camisas viejas y nuevas.

Quizá uno de los libros mejor documentados sobre el tema es el de Pío Moa. Curiosamente, los tres contertulios, lo habíamos leído. Lo que llama la atención del libro es la profusión de documentación que anexa se incorpora al libro. Se incorporan artículos peridísticos de la época y las Actas del PSOE, así como otra documentación.

La tesis del libro apoyada con documentos, es que el PSOE al no poder conquistar el poder por medios democráticos, al haber ganado las elecciones la CEDA, organiza un golpe de estado bajo la dirección de Prieto y Largo Caballero para conquistar el poder por la violencia. El golpe fracasa, si bien, tiene un mayor seguimiento en Asturias. Son claras las Actas de la resuniones del PSOE.

Acredita Moa, que la CEDA no es un grupo fascista (de hecho, aporta las declaraciones de la época de Gil Robles y del partido en que condenan al nazismo por su concepción racista y anticristiana). Aunque para esa revelación tampoco hace falta ir a Harvard; lo más parecido al fascismo era la Falange, cuyo máximo representante José Antonio, siempre manifestó que su movimiento no era fascista y que se negó a ir al Congreso de Montreux de los partidos fascista europeos. Que la CEDA no era fascista lo sabe todo el mundo Por tanto, que la CEDA era un partido tradicional de derechas, sin tener ninguna concepción revolucionaria fascista, era sabido por todos. Simplemente, el PSOE y los partidos de izquierdas se negaron a aceptar el resultado de las urnas, aleccionando propagandísticamente a sus seguidores, con el fantasma del fascismo.

Es curioso lo poco que se ha hablado del expolio artístico y del vandalismo cultural al que los republicanos exaltados sometieron a España. Los sublevados asturianos, volaron la cámara sacra de la Catedral de Oviedo y destrozaron la biblioteca de la Universidad de Oviedo, perdiéndose para siempre ejemplares de gran valor.

Al final, el ejército sometió a los sublevados. Siendo el artífice de la rendición López Ochoa, militar masón, que utilizó sus influencias con sus hermanos masones para facilitar la rendición. Por tanto, la revolución del 34 no fue más que un golpe de estado fallido.

Todo ello coincidió con el levantamiento de Companys en Cataluña, quien se levantó contra el gobierno español en un acto de sublevación. Fue vergonzoso como los adláteres de Companys se rindieron con el simple amago del ejército de atacar a los gerifaltes nacionalistas.

De todas formas, he intentado leer libros del otro espectro ideológico, pero ninguno aporta la documentación de Moa. Preston con su liviandad habitual, pasa de puntillas y, no hace ninguna mención a las causas del levantamiento, y equivoca hasta al general que, finalmente, aplastó la sublevación. Pero, si todavía, en su libro, sigue hablando de la cantinela de los rehenes del Alcázar, que ya se ha superado por toda la historiografía moderna, y de la matanza de Badajoz, alegando como fuente al periodista que no estuvo allí, sino en Lisboa en aquélla fecha y que, por sus propios colegas era conocido por inventarse las crónicas (de hecho, esta versión está desprestigiada ya por la historiografía moderna), qué le vamos a pedir de la revolución de octubre: Nimiedades.

Indalecio Prieto en su libro Entresijos de la Guerra, nada manifiesta sobre el tema, pero si que se refiere a cómo Rusia se queda con barcos españoles y el oro español y cómo puebla de comisarios políticos la república, algo que asombra de alguien que formó parte de los dirigentes de la República.

Hugh Thomas y Tusell tampoco estudian en profundidad el movimiento y aportan escasa documentación.

En fin, para mí la revolución de Asturias muestra una nación en descomposición y con unas enormes desigualdades sociales y con una clase dirigente catalana y vasca que utiliza a su pueblo para sus particulares negocios.

En comparación a la situación actual, hay diferencias. Ahora mismo existe una clase política endogámica que es un lastre para el progreso y crecimiento de España, no sólo para los trabajadores, sino para el empresario, lo cual evita que los partidos lancen a sus militantes contra un sistema que sólo favorece a los políticos del partido (nadie va a tirar piedras contra su propio tejado). Pero... si que hay similitud con la situación vasca y catalana, los políticos nacionalistas catalanes han aprovechado la dejación de los políticos españoles en la defensa de sus súbditos, para adocenar a los suyos (con una educación siniestra) en la defensa de sus privilegios para hacerlos coincidir con un hipotétco sometimiento a un estado extranjero.

Pero, a diferencia, de lo que sucedía anteriormente, no hay nadie que defienda los intereses de España (la unidad nos hace más fuertes y es mejor para los españoles), ya que no coinciden con los intereses particulares de los jefecillos políticos autonómicos. Además, nuestro rey, piensa que respetando la independencia de las autonomías, se puede convertir en un  rey de todos los estados como si esto fuera la Common Wealth, aunque nos condene a la pobreza; todo sea para mantener el momio. Tampoco defiende la unidad española. Creo que fue lo único que le pidió Franco... ...al final va a tener razón Utrera Molina.

En fin, que vamos a los Estados Desunidos de España, pero a este ritmo, sólo van a quedar políticos y no habitantes, ya que nos habremos ido todos a otro país a sobrevivir.

FDO: EXCMO. SR. MARQUES DE CORDOBA

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