Estimados lectores:
Aunque sé que a algunos no les gusta, hoy toca hablar de viajes. Hay una ruta famosa en todo el mundo, que se realiza en Perú, que es el Camino Inca. Dicho camino, es el que seguían los antiguos incas para llegar al Machu-Pichu. Antigua ciudad inca que descubrió Bingam a principios del siglo XX.
La ruta normal es de 4 días, siendo más duro el segundo, ya que, hay alcanzar una altura de 4.200 metros y los efectos de la altura se notan. Lo bueno que tiene, es que a diferencia de otros lugares, en Perú, tomando infusiones de coca, se palian los efectos de la altura, y con las infusiones de coca y yendo despacio, se puede completar la ruta sin problemas.
El primer día de ruta es el más suave, ya que se dedica al tema administrativo, se asignan los porteadores, quienes sólo pueden cargar un máximo de 8 kilos (así que nada de llevar ordenadores, cajas de caudales, o estuches de pinturas), lo que pase de 8 kilos lo tienes que cargar tú. Se duerme en tiendas de campaña, donde ya tienes asignada colchoneta, la ruta es de pocos kilómetros. Mi consejo es llevar el saco de dormir de invierno, ya que a lo largo de la ruta, lo normal es que haga frío y llueva, quien lleve el saco de verano lo pasará mal. (Aún recuerdo a un compañero, que llevó un pijama de verano y un saco de verano para dormir en la tienda, había que ver la cara del guía).
Como el cupo de ingreso en el parque es cerrado, vas caminando con el mismo grupo de personas los cuatro días. Conviene llevarlo organizado desde España, ya que al ser un cupo cerrado las personas que ingresan cada día en el parque de Machu-Pichu, no puedes esperar a organizarlo cuando llegues a Perú, ya que probablemente no puedas entrar. Los meses recomendados para hacer el camino Inca son julio, agosto, septiembre; fuera de estos meses nos encontramos en la época de lluvias y no se puede hacer el Camino.
El segundo día del camino es el más duro, ya que haces un desnivel de unos 1.200 metros y llegas a unos 4.200 metros de altura, el paso más alto de la ruta. El campamento, está un poco más abajo de esa altura. Como he dicho los efectos de la altura se notan. Además ese segundo día, se pasó todo el día lloviendo, lo cual hizo más dura la ruta, y cuando llegamos, tuvimos que quedarnos en la tienda. Menos mal que las tiendas eran North Face, con doble capa, por lo que no nos mojamos.
El paisaje de los dos primeros días es el más feo, ya que la vegetacón que se observa es semi-seca y, muchos de los árboles que se ven son introducidos por el hombre, como el eucalipto, y no originarios de América.
A partir del tercer día el paisaje va entrando en la zona de ceja de selva, y se comienzan a observar ruinas, árboles exóticos y cascadas, que hacen la ruta inolvidable. Se duerme al lado de unas ruinas incas y terrazas, junto a una cascada, que hace que la ruta por ese tercer día haya merecido la pena. En ese lugar hay también un hotel donde duermen los que hacen la ruta de un día, ruta que yo no hecho, pero me subí a un altozano para ver por donde discurría y observé que iba junto al río Urubamba, por un valle selvático. Creo que también debe ser una ruta preciosa, para el que quiera hacer algo más fácil e igualmente bonito.
La noche del tercer día se hace una fiesta, y se entregan la propina a los porteadores y guías. Todo el mundo está contento porque al día siguiente se llega a Machu-Pichu. Nosotros como hicimos un ruta anterior por la cordillera blanca y el glaciar del Pastoruri, llevamos nuestro guía de montaña, pero obligatoriamente, para ir por el parque debes ir acompañado de uno o más guías, según el número de personas que vayas. Los guías que te asignan son turísticos y no guías de montaña, por lo que te puedes encontrar, como nos ocurrió a nosotros, que tengas que ayudar tú al guía para que suba el paso de 4.200 metros y te diga: "esta es la primera y la última vez que lo hago". Esta anécdota es cierta; la verdad, yo cuando vi a la chica que nos habían asignado, dije para mi capote: " A esta le han contratado cuando venía de comprar en El Corte Inglés"
El cuarto día te levantan temprano, para que puedas ver amanecer sobre Machu-Pichu desde la Inti-Pati (llamada Puerta del Sol). Es precioso ver amanecer sobre Machu-Pichu, luego vas bajando hacia Machu-Pichu y ves el río Urubamba al fondo con montañas selváticas. lo más bonito de las ruinas de Machu-Pichu es el emplazamiento en la zona de ceja de selva. Ése día junto al tercero, nos hizo buen tiempo, por lo que la visión de las ruinas junto al paisaje era magnífica.
Cuando llegamos no había mucha gente, debido a que por las lluvias, los primeros trenes no habían podido llegar. Cuando comenzaron a llegar los primeros trenes, aquéllo se llenó de gente y la estancia se hizo insoportable. Yo después de ver las ruinas, subí al Huayna-Pichu, el pico que está justo arriba de las ruinas. Me quedé un rato en la cima, con unas vistas espectaculares, estaba sólo, al cabo del tiempo comenzó a llegar tanta gente que me tuve que bajar. Para bajar y subir hay que pasar un pequeño tunel. Tardé casi media hora en pasar por el tunel para bajar, debido a toda la gente que estaba subiendo, aquéllo parecía Xanadú..
La otra forma de llegar es en tren hasta Aguas Calientes. Un pueblo curioso, ya que está formado a los lados de la vía del tren. Y luego subir en autobús, es lo que hacen los turistas. Para mí es más bonito hacerlo andando, o la ruta de cuatro días, o la ruta de 1 día. De esta forma no te afecta la altura, ya que llegas bajando (Machu-Pichu está a 2.700 metros), puedes ver amanecer sobre Machu-Pichu y el precioso camino de bajada, y cuando llegas hay menos gente. De hecho, tanta gente, le quita encanto al camino, a diferencia del camino a la Ciudad Perdida de Colombia que aún conserva su encanto y un cierto sabor a aventura.
Terminada la ruta debes coger el autobus de bajada a Aguas Calientes y de ahí el tren hacia Cuzco. El tren de vuelta, también merece la pena cogerlo de día, ya que va sobre el río Urubamba en una ruta espectacular. Nosotros, debido a los desprendimientos sobre la vía tuvimos problemas para coger el tren de vuelta, cogimos unos billetes de última hora y, atravesamos una multitud vociferante que nos impedía el paso, como si escaparamos de una revuelta india, cogiendo el tren por los pelos. Fue el peor momento del viaje,
En Perú, estuvimos más días, pero eso será objeto de otro blog....
FDO: EXCMO. SR. MARQUES DE CORDOBA
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