lunes, 10 de diciembre de 2012

Venezuela II

Estimados lectores:

Continuaré con mi crónica de mi viaje a Venezuela, ya por la zona de la Gran Sabana y selva de la Guyana. Conducía nuestro todoterreno, un guía al que llamban "Gato". Era un venezolano que había trabajado en las minas de oro de Venezuela, de hecho, llevaba una pepita de oro colgando del cuello, que sólo se colgaba una vez nos adentrábamos en la Gran Sabana, ya que era peligroso llevarla en Ciudad Bolívar.

El "gato" había tenido multiud de oficios, minero, cocinero y ahora se dedicaba a llevar turistas a lo largo de la Gran Sabana. Paramos a la altura del Río Caroní y ahí "el gato" me estuvo explicando que él vio una vez, una nave voladora que se posaba en la selva y se llevaba muestras, él no pensaba que se trataba de extraterrestres, sino que eran los americanos que mediante dicho subterfugio robaban mineral a su país. El gato era un personaje peculiar, y le gustaba su oficio porque conocía gente y comía todos los días. Cuando nos llamaba para subir al coche siempre nos decía "¡Nos juiiiimoooos!"

Como ya dije La Gran Sabana estaba poblada de los Tepuys, mesetas rodeadas de selva. El más famoso era el Ayentepui, desde donde se desploma el Salto de Angel, la cascada más larga del mundo. Quizá el Salto de Angel (llamado así, porque lo descubrió el aviador Jimmy Angel), sea lo más turístico, pero existen multitud de cascadas impresionantes, menos conocidas que jalonan la Gran Sabana y la selva de la Guyana.

En la selva de la Guyana, existe una zona por la que están luchando Venezuela y Brasil, que se llama "el territorio en reclamación" una zona indefinida de selva que discuten ambos países. Como decía "el gato", discuten porque hay oro y piedras preciosas, si hubiera m...., a nadie le interesaría. Con nuestra penosa política internacional, no comprendo porque España no se ha metido en ese avispero, quizá nuestro Ministro de Asuntos Exteriores desconozca el tema, mejor que siga así...., porque si lo conoce alguno, montamos una conferencia de paz a costa del contribuyente.

En la Gran Sabana nos alojamos en el Campamento Apon-Wao, al lado de la cascada Apon-Wao. Para llegar a la cascada, hay que tomar unas canoas que conducen los indios Pemones (no se admiten chistes fáciles de que nos cortaron los... ...caminos). Las canoas te dejan en la base del camino, que te lleva tras media hora a un punto, donde se observa la descomunal cascada. Posteriormente nos bañamos en una laguna cercana. Al regreso comimos pollo con los indios Pemones. Me hicieron probar una salsa que estaba muy buena, al observarla detenidamente, me di cuenta que estaba hecha de hormigas... ...no la volvía a probar (evidentemente, no soy El Ultimo superviviente). Los venezolanos, tienen una especie de parlamento especial indígena, formado por los diversos pueblos indios donde se aprueba la normativa que los afecta. Para subir a los Tepuy, o hacer alguna ruta, debes ir acompañado, necesariamente, de los indios Pemones.

En la Gran Sabana, hay que tener más miedo a los animales pequeños que a los grandes. Aparte de los mosquitos puri-puri, que te machacan vivo a picotazos, está el moscón de la selva que si te pica se te forma un bulto en la piel, te entra fiebre, y de pronto explota el bulto y nace una mosca. Otro mosquito que te pica y se desarrollan sus larvas en los ojos. Y la peligrosa nigua, un gusano que habita en las lagunas y que sin que te des cuenta pone los huevos entre las uñas de los pies, la manera de acabar con las larvas es poner los pies en ceniza ardiendo. (¡y pensar que bañé en la laguna y en las cascadas!). También en esa zona habita la araña mona, una araña gigante, pero, que por fortuna no es venenosa. En fin, que hay que tener cuidado.

Curiosamente, me picó un bicho, lo cogí y se lo enseñé al guía. Me dijo que era una avispa de la selva, que me iba a doler, pero... ...que no era peligroso. Dentro de lo que cabe... ...visto lo visto... ...tuve suerte.

Una ruta muy famosa es la subida al Tepuy Roraima, dura seis días. No tuvimos tiempo de hacerla, algunos fueron en en helicóptero a la cima, yo no lo hice... ...me pareció una "turistada".

Atravesamos la Gran Sabana con el todoterreno y vimos multitud de cascadas y saltos de agua impresionantes. Había una cascada donde nos bañamos que el suelo era de piedra preciosa, se llama la "quebrada del Jaspe". En esa ruta he visto uno de los paisajes más impresionantes que recuerde de los viajes que he hecho, un valle lleno de palmeras, donde se rodó Parque jurásico.

Llegamos a Santa Elena de Uharién e intentamos pasar a Brasil. No nos dejaron porque lagunos no se habían vacunado de la fiebre amarilla, asi que... ...a casita que llueve.

Para finalizar el viaje, fuimos a la playa a Choroní, el sitio de vacaciones de los venezolanos. Está cerca de Caracas geográficamente hablando, ya que tardas 3 horas en llegar desde Caracas. Hay que subir un puerto de 2.000 metros y bajarlo hasta llegar a Choroní. En dicho puerto está el parque natural de Henry Pitiers, uno de los primeros parques naturales venezolanos con una vegetación exhuberante y multitud de pájaros. La playa de Choroní no me gustó, estaba llena de gente... ...prefiero Benidorm. Sin embargo, si alquilabas una barca y te ibas a otras playas, estabas sólo y tras la playa sólo veías la selva y los pelícanos volando. Claro está, tenía que llevarte la comida.

Allí en Choroní, nos quedamos en la hacienda Portete, un hotel  estupendo con piscina. Donde nos obsequiaron con un concierto de Música clásica de guitarra. El dueño del hotel se puso en la puerta impidiendo la salida de los asistentes, viendo los bostezos que dábamos algunos. Hizo bien, la desbandada hubiera sido general.

Allí fue el colofón de nuestro viaje. Venezuela es un país espectacular a pesar de sus dirigentes, como pasa con todos los países hispanoaméricanos.

FDO: EXCMO: SR. MARQUES DE CORDOBA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario