jueves, 31 de mayo de 2012

Ngorongoro y Manyara

Estimados lectores:

Terminaré de contar el viaje a Tanzania, tras nuestra bajada del kilimajaro. Después de terminar la ruta de subida y bajada del kilimanjaro, fuimos a visitar el crater del ngorongoro. En el ngorongoro, no hace calor, ya que está a bastante altura a unos 2.000 metros. Cuando uno se acerca al borde del cráter en el todoterreno, no puede imaginar que dentro haya tantos animales, ya que desde el borde no se ve ninguno. Me ocurrió una cosa curiosa, salí del coche para asomarme al borde y vi la extensión del cráter, pero no vi ningún animal. Nada más subir  al coche a 20 metros apareció un búfalo, ya se me quitaron las ganas de bajar de nuevo.

Una vez, que el coche va bajando y se adentra dentro del cráter, es impresionante lo que se ve. ¡Tdos los hervíboros juntos!, las cebras, alcelafos, ñues, facoceros, todos juntos, unos rebaños inmensos de animales. Dentro del crater hay un lago, donde se ven los hipopótamos. También hay elefantes. encima de los hervíboros, puedes ver los picabueyes (pájaros que viajan a lomos de los animales y comen sus parásitos). También ves hienas, leones y guepardos. Pude ver hasta la avutarda de Kori. En fin, si váis a Tanzania, es algo, que no te puedes perder.

En ese territorio viven los masais. El gobierno prohibió a los masais la caza del león, antiguamente, para que un adolescente Masai pudiera ser considerado un hombre, tenía que matar a un león sólo con su lanza; ahora, tras la prohibición, tienen que estar tres días sólos viviendo de lo que puedan cazar, por lo que la mayoría se dedica a robar gallinas... ...ya se sabe... "...el pogreso". En definitiva, que sólo nos quedan los toros, como lucha del hombre contra un animal.

Los Masais pasan sus rebaños de vacas por delante de los leones, sin que estos se inmuten. De hecho, los leones tiene miedo a los Masais y se apartan de ellos.

Cerca del lago, hay una zona de picnic, para comer. Es mejor comer dentro del coche, los milanos se lanzan a por la comida y te pueden arrancar un dedo. Todo ello deriva de que algún idiota le daría de comer a algún animal y eso ha hecho, que algunos animales acudan allí a por comida, y sea molesto comer fuera del coche (Walt Disney ha hecho estragos). En la zona de comida se puede ver a las gallinas faraonas y al pajaro tejedor.

Como buenos turistas, visitamos un poblado Masai (previo pago al jefe) y allí nos hicieron el típico baile de saltos Masais. Las casas están hechas de caca de vaca y en el centro del poblado, se encuentran las vacas rodeadas de una empalizada. Mi camarada Miguel, llevaba un frontal (una linterna que se ajusta a la cabeza con una banda como las que llevan los mineros) para ver las chozas por dentro. Un masai se lo quería cambiar por lo que quisiese, le ofreció hasta dos mujeres. Menos mal que se negó (no sé que hubiera hecho en Madrid con dos mujeres Masais).

Después de dormir en un hotel modesto, al día siguiente fuimos a ver el Lago Manyara, otro parque natural. Este lago, se encuentra en la fosa del Rift. La fosa del Rift es una grieta natural que atraviesa Africa de Este a Oeste y que está bajo el nível del mar. Era la primera vez que veía la Fosa del Rift. Allí vimos leones arborícolas (que descansan en los árboles) y las jirafas, además de otros animales que ya vimos en el ngorongoro. Si bien, es bonito, no puede compararse al ngorongoro.

Cominos en un bar de carretera, donde había una carnicero que vendía carne a los del poblado cercano. La carne estaba llena de moscas, por lo que preferí, meterme en un bar cercano. En el bar había un billar y dos masais jugando al billar con el traje típico masai y bebiendo cerveza, Era una escena asombrosa.

Por la noche llegamos a Arusha. Queríamos cenar en un restaurante típico donde nos daban carne de búfalo, cebra, ñú y alcelafo. En el hotel nos llevaron en taxi, ya que, a pesar de que estaba en frente, el restaurante se hallaba en una zona peligrosa como el hotel (aunque a mí no me lo parecía), pero el viajero debe hacer caso y respetar los consejos de los lugareños.

La carne estaba buena y pasamos una noche estupenda. Al día siguiente partíamos hacia Madrid. En el aeropuerto, tuvimos que pagar por sobrepeso y el impuesto de salida. (la típica chorizada de los países bananeros), pero, yo no me alteré ya estoy acostumbrado, cuando viajo a algún país de estos.

Tras una escala en Nairobi y otra en Roma, llegamos a Madrid con el objetivo de descansar. Tanzania merece la pena.

FDO: EXCMO SR. MARQUES DE CORDOBA

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